Nuestra civilización está fatalmente enferma, a caballo de una epistemología perversa que nos conduce a la autodestrucción; ello queda demostrado cuando decidimos fabricar un anillo de oro de 10 gramos, sin importar las consecuencias de general 20 toneladas de desechos sólidos (10 de rocas estériles y 9,99 de sólidos contaminados con cianuro); 110 kg de dióxido de carbono (equivalente a recorrer 500 km en auto); y que a su vez consumir 1,5 kg de cianuro y 7.000 litros de agua (un bien preciado, vital y escaso); con un único fin: encontrar un símbolo de riqueza y poder externo, que compense el vacío interior que produce una sociedad carente de valores y desarrollo espiritual, que como victimas de nuestro propio accionar sufrimos todos los humanos. Daniel Bidolski (2012)
sábado, 28 de julio de 2012
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