Los humedales se cuentan entre los ecosistemas más productivos del mundo. El abastecimiento de agua para consumo humano y para irrigación de cultivos, la gran riqueza de diversidad biológica y, el desarrollo de actividades productivas son algunos de los beneficios de estos sitios. Valorados como fuentes de agua, recarga de acuíferos, criaderos naturales de peces y reservorios de diversidad biológica y cultural, entre otras irremplazables funciones; ahora necesitan ser reconocidos como aliados indispensables en la mitigación de los impactos negativos del cambio climático sobre las cuencas hídricas y los asentamientos humanos.
El 2 de febrero de 1971 se firmó el Convenio sobre los Humedales, a orillas del Mar Caspio, en la ciudad iraní de Ramsar. Con él, se creó una lista de las zonas húmedas de importancia internacional compuesta hasta año 2010 por 159 estados miembros de todo el mundo que se habían sumado a dicho acuerdo, protegiendo 1.888 humedales, con una superficie total de 185,2 millones de hectáreas, designados para ser incluidos en la lista de Humedales de Importancia Internacional de Ramsar. Cada tres años los países miembros se reúnen para evaluar los progresos y compartir conocimientos y experiencias. La lista Ramsar de Humedales de importancia internacional incluye en la actualidad más de 1.800 lugares (sitios Ramsar) que cubren un área de 1.852.000 Km. cuadrados.
El lema elegido por la Convención de Ramsar sobre los Humedales para el 2011 es “Los Humedales y los Bosques”, ya que fue proclamado por Naciones Unidas como el Año Internacional de los Bosques.
Como se sabe, 2011 es un año muy especial para Ramsar ya que se celebra su 40º aniversario. “De esa manera se espera que los países miembros designen más humedales arbolados y con bosques como sitios Ramsar: un regalo a Ramsar y a ellos mismos, en el año del 40º aniversario de la Convención”
Los humedales son valorados como fuentes de agua, recarga de acuíferos, criaderos naturales de peces y reservorios de diversidad biológica y cultural, entre otras irremplazables funciones; ahora necesitan ser reconocidos como aliados indispensables en la mitigación de los impactos negativos del cambio climático sobre las cuencas hídricas y los asentamientos humanos”.
Los humedales se cuentan entre los ecosistemas más productivos del mundo. El abastecimiento de agua para consumo humano y para irrigación de cultivos, la gran riqueza de diversidad biológica y, el desarrollo de actividades productivas son algunos de los beneficios de estos sitios.
Más del 40% de las especies de flora y fauna del mundo y 12% de todas las especies animales se encuentran en los humedales de agua dulce; algunas de ellas son endémicas, es decir, no habitan en ninguna otra parte del mundo.
Por ejemplo los humedales cubanos ocupan una superficie de aproximadamente 10.410 Km², lo que representa el 15 por ciento de la superficie del país; se incluyen entre ellos, los pantanos y áreas cenagosas, tanto litorales como interiores.
Estos son parte importante e inseparable de la riqueza y diversidad biológica del archipiélago, como son estuarios, costas abiertas, ciénagas, llanuras inundables, matorrales y bosques entre otros; que tributan de manera positiva o negativa; según las circunstancias a tal riqueza y diversidad biológica.
El humedal de la Cienaga de Zapata constituye el mayor y más excepcional de Cuba y del Caribe Insular, lo que le ha valido su inclusión en la Lista de Humedales de Importancia Internacional y ostenta la condición se sitio RAMSAR y el de Reserva de la Biosfera, la conservación y el uso racional de estos sitios mediante acciones locales, regionales y nacionales, además de la cooperación internacional, contribuye al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo. Cuba forma parte de la Convención Ramsar desde el 12 de agosto de 2001, y hasta la fecha incorporó seis zonas a la Lista de Humedales de Importancia Internacional, con una superficie total de un millón 188 mil 411 hectáreas.
La Ciénaga de Zapata: el más grande humedal de la región del Caribe se encuentra al sur de la provincia de Matanzas. Existen varias especies endémicas que tienen aquí su hábitat, tal es el caso del Zunzuncito, el ave más pequeña del mundo. Las aves migratorias provenientes del hemisferio norte encuentran aquí su refugio durante el invierno.
Este humedal matancero resulta esencial para el fomento de la vida de unas 109 formas de la fauna, con 230 especies de aves tales como la Gallinuela de Santo Tomás y la Ferminia, ambas descubiertas en 1926 por el naturalista español Fermín Zanón Cervera, consideradas unas de las aves de hábitat más restringido en todo el mundo, así como 12 especies de mamíferos, 190 especies de aves (de ellas 65 migratorias) 42 especies de reptiles y gran variedad de anfibios e invertebrados.
El Humedal Biramas es el segundo más importante de Cuba y se encuentra localizado a lo largo de la costa sur de las provincias de Las Tunas y Granma, exactamente en el delta del río Cauto. Este humedal tiene como característica su entorno casi virgen, pues no ha existido afectación alguna provocada por el hombre.
El papel de los bosques –húmedos o no– en nuestras vidas, y la razón por la que debe ocuparse de ellos y protegerlos, es porque son vitales para toda la vida humana; la disponibilidad de agua dulce a escala mundial depende de nuestros bosques. Lo mismo que, en gran medida, la calidad del agua. Por otra parte, la salud de nuestros humedales, arbolados o no, está vinculada a la salud de los bosques de nuestras cuencas. La pérdida y la degradación de los bosques hacen que se pierdan y degraden humedales y la disponibilidad de recursos vitales como el agua y especies acuáticas ligadas a la alimentación y bienestar humanos.
“No podemos vivir sin los bosques, ya sean bosques terrestres o humedales arbolados, por las funciones esenciales que desempeñan en nuestras vidas aportando agua, alimentos, medios de vida, actividades recreativas, culturales, turismo… y mucho más”
A pesar de la gran importancia que tienen para la flora, la fauna y las personas, en el mundo anualmente aumentan los daños y pérdidas que en ellos se producen. La alternativa más certera es unirse para enfrentar la agobiante situación. Luchemos por mantener con vida a estos maravillosos ecosistemas y tan necesarios para nuestro equilibrio ecológico.
El hombre debe entender de una vez que no esta por encima de la Naturaleza sino que es parte de ella. Cambiemos el sistema no el Clima.
Ricardo Bruno Ojeda Lastre
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