domingo, 20 de febrero de 2011

Reflexiones Ambientales por Roberto Valentinuzzi


Empresas, Estado, Asesores, Funcionarios

Estamos en un verdadero punto de inflexión que nos encuentra en un necesario e inevitable crecimiento y desarrollo macro producto de condiciones excepcionales en el orden internacional, con evidencias de permanencia de una crisis todavía no superada, con posicionamientos variables y por ende dinámicos de las condiciones del comercio exterior, con una inflación (posiblemente la más alta de la región) y con una aparente  “guerra de las monedas”, que no es mas que tratar cada uno de mejorar sus propios términos de intercambio. Entonces es evidente, necesario, inevitable que cada empresa establezca su correlato con esta situación, que deberá ser construido en torno a ineludibles criterios de comportamiento ambiental y microclima laboral acordes con los mayores niveles mundiales en la materia.

Se evidencia y evidenciará todavía mas en el futuro para los emprendimientos productivos sean industriales, agrícolas, extractivos, etc., la necesidad de contar con  instrumentación de estrategias y tácticas de dirección y/o  gerenciales que se correspondan, es cierto, con una política empresaria con acento en la producción y  con la calidad de sus productos terminados, pero inevitablemente  ligada a  esos criterios de comportamiento ambiental y mantenimiento de un microclima laboral mencionados precedentemente. Es verdad que la instrumentación de leyes, decretos, resoluciones, disposiciones fueron lanzadas una atrás de la otra con el objeto, en muchos casos, de aparecer generando una  actuación “política formal” sobredimensionada , a fin de acreditar  cumplimientos de las obligaciones de contralor y ejecución precautoria de obligaciones que existían. Así  lo decíamos en el pronunciamiento de nuestra empresa sobre requerimientos del “seguro ambiental”. Las mismas fueron instrumentadas documentalmente (por lo menos en la Provincia de Buenos Aires) hace ya muchos años. ¿Qué ocurrió?: fallaron las empresas, los escalones de los distintos niveles de la autoridades de aplicación, el estado con todas las obras de saneamiento (cuya sola existencia hubiera permitido un mayor contralor y el desarrollo de una conciencia ambiental mas arraigada ) no ejecutadas. Falló totalmente el cumplimiento integral de los elementos documentales, que deberían haber sido la base del control, fallaron los funcionarios que deberían ejercerlo y también los empresarios (por suerte la minoría y cada vez menos) que intentan “amortiguar gastos”. No entendiendo que este tipo de salidas no tiene futuro, no sirve a la generación de diseño de procesos productivos acordes con los mas altos standares internacionales en la materia y fundamentalmente no se compatibilizan con el necesario  acercamiento a posiciones de responsabilidad empresaria.-

También es cierto que los profesionales y las empresas consultoras – naturales responsables de un asesoramiento técnico-político empresario acorde con niveles de prestación de servicio de alta categoría deberán encarar sus trabajos con absoluta sinceridad hacia sus clientes, aún a riesgo de perderlos. Definitivamente retornan cuando lo aparentemente facil y barato  se transforma en problemático,  entendiendo que lo realmente de menor costo es el  asesoramiento serio y eficaz.

Este editorial presupone la necesidad de un compromiso; nos mantendremos junto a nuestros clientes, simplemente diciéndoles e intentando que hagan lo correcto; logrando que estos aparentemente simples puntos de vista se trasladen a la cabeza de nuestros empresarios y se conviertan en premisas indiscutibles de su accionar.

Y al estado, que exija pero que cumpla, que depure, incluso internamente todo lo que hay que depurar, pero que estimule a los grandes profesionales que todavía tiene, que rescate a los que dejaron ir, que refuerce los organismos de control – que no se dedique sólo a recaudar-. Y fundamentalmente que ejecute todas las obras necesarias para asegurar su rol, dado que su ineficacia e incumplimiento es la mayor responsable de esta situación.                       

Estamos convencidos  que las empresas   necesitan soluciones, profesionales, humanas, de proyecto, de diligenciamiento, de asesoramiento, de respuestas, de análisis de situaciones puntuales, de consideraciones estratégicas sobre la evaluación y desarrollo normativos, de atención superior en servicios básicos y de proyección de criterios y pautas de trabajo para el futuro. Nuestros clientes necesitan  tiempo para dirigir sus empresas; nosotros pretendemos y debemos darle ese tiempo, que lo pueda disponer  para su empresa, para mejorar los procesos productivos, para discutir con sus proveedores, para aumentar la calidad de sus productos,   para atender a sus propios clientes y que lo pueda hacer sabiendo que nosotros le brindamos la seguridad – porque para ello nos contratan- de que van a estar  representados, asesorados, defendidos.
Roberto M. Valentinuzzi
Presidente de Estrucplan Consultora

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